
El Gobierno Nacional, bajo la administración de Javier Milei, dio un paso importante hacia la desregulación del mercado eléctrico con la publicación de la Resolución 21/2025 por parte de la Secretaría de Energía, encabezada por María Tettamanti. Esta medida permitirá que las empresas celebren contratos de compra y venta de energía sin la intermediación de Cammesa, marcando un cambio hacia un modelo de mercado más libre y competitivo, inspirado en el esquema implementado en los años ‘90.
Principales cambios en el mercado eléctrico
La resolución introduce tres pilares fundamentales:
- Descentralización en la gestión de combustibles: Las generadoras térmicas serán responsables de gestionar su propio suministro de combustibles.
- Libre contratación bilateral: Se habilita la contratación directa entre generadoras, grandes usuarios y distribuidoras, sin la intervención de Cammesa.
- Cumplimiento de contratos vigentes: El Estado garantizará el cumplimiento de los acuerdos actuales y, en caso necesario, lanzará licitaciones competitivas para nuevas infraestructuras.
El Gobierno busca que Cammesa retome un rol limitado, restringido a la operación del sistema eléctrico, mientras que el mercado se dinamice a través de la interacción directa entre oferta y demanda.
Impacto en los subsidios y las tarifas
Cammesa, creada originalmente como un administrador neutral del sistema eléctrico, se convirtió en un actor central durante las últimas dos décadas, manejando los subsidios necesarios para cubrir el desfase entre las tarifas pagadas por los usuarios y el costo real de la energía.
Con la desregulación, el Gobierno propone un esquema donde las subvenciones se canalicen directamente a los usuarios en las facturas. Aunque esta idea aún está en etapa inicial, de concretarse, permitiría reflejar el costo real de la energía en los precios finales, planteando un cambio sustancial en la dinámica tarifaria.
Contexto histórico y desafíos actuales
El modelo de libre contratación recuerda al implementado en la década de los ‘90, aunque su aplicación enfrentó obstáculos que impidieron su consolidación. En los últimos años, Cammesa adquirió un rol protagónico debido a los retrasos tarifarios y la política de subsidios sostenida por el Estado.
En 2024, la empresa resolvió una deuda de aproximadamente USD 1.000 millones con las generadoras mediante la emisión de bonos en dólares, mientras que las distribuidoras aún mantienen una deuda de USD 1.300 millones con Cammesa. Esta deuda será saldada bajo un esquema de pagos con incentivos para las distribuidoras que hayan cumplido en término.
Reacciones y dudas en el sector
El anuncio generó expectativas y cuestionamientos entre los actores del mercado eléctrico. Mientras algunos celebran la oportunidad de operar en un entorno más competitivo, otros advierten sobre la posible desprotección de los sectores más vulnerables ante un eventual aumento de tarifas.
La transición será gradual, según lo informado por la Secretaría de Energía, y buscará garantizar la estabilidad del suministro sin generar incrementos abruptos en los costos para los consumidores. Sin embargo, el impacto final dependerá de cómo se implemente el esquema de subsidios directos y la capacidad de los actores del mercado para adaptarse al nuevo modelo.
Este giro hacia la desregulación marca un cambio de paradigma en el sector eléctrico, con un horizonte de mayor autonomía para las empresas, pero también con incertidumbres sobre el equilibrio entre competitividad y protección social.
Fuente: Infobae