Los Viejos Gladiadores: La historia de un grupo de agrónomos que dejó huella en ACA

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A inicios de la década de 1990, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) se enfrentaba a un desafiante contexto de mercado. Para hacer frente a la creciente competencia, la organización decidió conformar un equipo de trabajo integrado por técnicos y profesionales del agro con el objetivo de consolidar su posición en el sector. De esta iniciativa nació un grupo que con el tiempo sería conocido como "Los Viejos Gladiadores".

Lo que comenzó como una estrategia empresarial pronto se transformó en un vínculo inquebrantable entre sus integrantes. Más allá del trabajo cotidiano, este equipo se reunió fuera del ámbito laboral, consolidando lazos de amistad y camaradería que hoy, años después y con la mayoría de ellos ya jubilados, siguen intactos. La historia de "Los Viejos Gladiadores" es un testimonio del espíritu cooperativo, del esfuerzo compartido y de la búsqueda incesante por la excelencia.

Un desafío convertido en oportunidad

Carlos Martínez, uno de los miembros fundadores, recuerda cómo ACA buscó innovar para brindar mejores servicios a sus productores asociados. "En 1984 se creó un criadero de semillas híbridas en Pergamino y en 1992 se sumó la empresa 'Química Estrella', rebautizada como 'Química Estrella-ACA', junto con un criadero de trigo en Cabildo", explica Martínez.

Sin embargo, el desafío era grande: ACA contaba con menos recursos que sus competidores directos. "Decidimos armar un equipo humano con valores sólidos, con apoyo mutuo y comprensión. Esto nos permitió encontrar soluciones donde parecía que no las había", agrega.

Para reforzar la unión del grupo, comenzaron a reunirse fuera del trabajo, generando un espacio de intercambio y escucha. Estas reuniones permitieron mantener la cohesión y motivación del equipo, incluso en los momentos más difíciles.

Crecimiento y desafíos

Con el tiempo, el grupo adoptó estrategias innovadoras para hacer crecer a Química Estrella-ACA. "Nos propusimos proveer insumos de la manera más competitiva posible, tanto en precio como en calidad. ACA ya ofrecía servicios integrales a los productores, pero faltaba consolidar la venta de insumos", señala Oscar Mazza.

El punto de inflexión llegó con el híbrido de girasol ACA 884, uno de los más vendidos del país. "En solo cinco años dimos vuelta el mercado, pasando de vender 100 bolsas a 120.000", recuerda Mazza.

Sin embargo, en el año 2000 Química Estrella-ACA llegó a su fin. "El directorio de ACA consideró que se estaba asumiendo un riesgo financiero demasiado alto y decidió cerrar la operación", cuenta "Sejo" Sosa. A pesar del cierre, el modelo de comercialización sirvió de base para los actuales Centros de Desarrollo Cooperativo (CDC) de ACA.

Un legado que trasciende

Hoy, los miembros de "Los Viejos Gladiadores" continúan reuniéndose periódicamente. En cada encuentro, entre asados y guitarreadas, repasan anécdotas y reflexionan sobre el impacto de su trabajo. "Nuestro mayor logro fue demostrar que, con compromiso y cooperación, se pueden superar barreras", afirma Omar Manfroi.

Para Carlos Martínez, el espíritu del grupo es un ejemplo para las nuevas generaciones. "Entendimos que el trabajo en equipo y la confianza mutua eran nuestra mayor fortaleza. Ojalá esta historia sirva de inspiración para quienes siguen en el camino del cooperativismo".

En su última reunión, "Los Viejos Gladiadores" brindaron por la amistad, el esfuerzo compartido y la pasión por el trabajo bien hecho, con la música de fondo de "Cada loco con su tema", de Joan Manuel Serrat. Porque, en definitiva, cada uno sigue su propio camino, pero todos comparten la misma esencia: la de luchar hasta el final, como verdaderos gladiadores.