Las declaraciones del diputado nacional José Luis Espert pidiendo que las cooperativas sean convertidas en Sociedades Anónimas debido a que “en el interior son fuente de todo tipo de curros” generó un gran repudio por parte del sector cooperativo. Tal es el caso de José Álvarez, presidente de FACE, quien escribió esta nota de opinión.
Por José Bernardo Álvarez.
“A diferencia de algunos políticos, puedo admitir un error” (Nelson Mandela, 1918-2013, pensador sudafricano y líder de la transformación de su país contra el apartheid).
“Currar” es un verbo adoptado y adaptado por el lunfardo rioplatense para denominar a una labor ocasional y en el sentido más negativo de su uso, se trata de una acción engañosa para sacar ventaja, mezquinamente. Pero en España, el origen de currar viene desde el idioma caló utilizado por el pueblo gitano, y es sinónimo del verbo trabajar.
Con estas dos opciones conocidas observemos el tono y la intencionalidad del diputado José Luis Espert en sus dichos en el programa El diario de Leuco en el canal LN+: “Que las cooperativas se transformen en sociedades anónimas y que funcionen como tiene que ser, sino que quiebren. Estas cooperativas en el interior son fuente de todo tipo de curros”.
La afirmación del legislador habla más de él que del sector cooperativo que ataca. Su afirmación se sostiene en la ignorancia, la soberbia y el prejuicio, la peor de las mezclas para equivocarse y creerse asertivo. Es un problema personal en principio, pero se vuelve un problema político y público cuando se trata de un representante parlamentario con una cuota de poder concedida por los votantes.
Difícilmente él acepte esta crítica a su postura, porque debería tomarse la tarea de conocer con cierta profundidad para saber de qué se trata el cooperativismo de servicios públicos y eso lo llevaría a tener que estudiar una parte de la actividad productiva que moviliza la economía basada en conceptos no contemplados por el legislador en cuestión. Y si eso sucediera, él al final debería nutrirse de la suficiente modestia (una virtud escasa en el arco político) para admitir su error.
Veamos diputado Espert algunos puntos que usted debería tener en cuenta para formar una opinión pública.
En Argentina hay 600 cooperativas eléctricas y de otros servicios públicos, 300 confluyen en FACE (Federación Argentina de Cooperativas Electricidad).
En el país hay 3 millones de medidores instalados por las cooperativas de servicio eléctrico, son más de 10 millones de personas en 14 provincias. Nuestro sector es tan grande como EDENOR. Pero ocupamos un territorio mucho más grande por la dispersión poblacional que atendemos.
Un ejercicio educativo
La pregunta sería: ¿Por qué existe ese sector? Porque hubo una necesidad a cubrir en especial en las zonas rurales donde las empresas que usted promociona e impone, no quisieron invertir por la escasa rentabilidad potencial que representa grandes extensiones con pocos usuarios.
Fueron esos ciudadanos sin servicios quienes decidieron resolver ese déficit y ejercieron la asociatividad y formaron las cooperativas eléctricas y sumaron otros servicios como agua, gas y últimamente la conectividad. Esos servicios mejoraron las condiciones de vida y desarrollo económico donde no había nada.
Este movimiento que soluciona problemas humanos donde el mismo Estado no lo hace es parte de la economía social, y tiene alcance continental y mundial. Si nos guiamos por los dichos del parlamentario centralista, el cooperativismo sería una gran estafa global con millones de personas damnificadas.
El otro aspecto es que Espert, como representante del sector político que integra, se reviste con el rol de “propositor” de soluciones distintas a los antiguos problemas de nuestro país. Algo que declama, pero no ejerce, por lo menos con el cooperativismo porque, por sus dichos, es evidente que es lejano a los problemas de las poblaciones alejadas a C.A.B.A (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), desde donde habla el legislador.
Una prueba de fuego para nuestro accionar es que las cooperativas eléctricas atravesamos la dolorosa pandemia distribuyendo energía en medio de los encierros sanitarios y la parálisis económica. Fuimos mejores, fuimos cooperativos, en los peores momentos. Para sumar información para el legislador, los índices de satisfacción fueron los más altos de nuestra larga historia.
Lamentamos hacer estas observaciones de manera tan enfocada en la persona de Espert, como representante legislativo, no es nuestro estilo, pero sus propias afirmaciones nos obligan a hacerlo.